LO QUE CONTABA EL INDIO PALOMINO


Cuentan que un indio de apellido Palomino, que vivía por el lado de Cruz Loma, distante hacia el lado oriental de la población por aproximadamente un kilómetro; el mencionado indígena era sumamente veterano, quien dizque describía lo siguiente: unos días antes de acontecer el terremoto, los chimbeños estaban de fiestas. A eso de las tres de la tarde de cierto día a poco más o menos, vieron asomar de no sé dónde por los aires, una enorme águila negra que volaba por sobre el cielo de la población, se dirigió hacia el cerro Susanga sobre cuyo espeso y cerrado bosque posó en la cumbre de modo visible. En la población se originó una agitación, especialmente de la juventud, que curiosos ante la presencia de un ave extraña por su especie y tamaño, trataron de cogerla.
Muchos jóvenes reunidos en la Plaza Principal, portando armas de fuego, tomaron la calle Real y se lanzaron hacia la cúspide del Susanga en donde cazaron al ave. Regresando a la ciudad, con el ave que aún estaba viva, le abrieron las alas en cruz y la pusieron en alto sobre un madero; luego, la paseaban por las calles y plazas entre voces de sobresalto no menos que de enardecida valentía. Ciertas gentes miraban el suceso como extraño y en sus conversas suponían algo como signo de mal presagio.
El indio, entre llantos y lágrimas, dice que narraba: la tierra empezó a temblar y ocurrió el fatídico terremoto, lo funesto y horroroso que quedó el suelo causaba pavor. De la ciudad decía que no había quedado ni siquiera una brizna que diera muestra de su existencia, levantándose sobre ella, tan solo capas o desiguales montones de lodo y tierra revuelta con árboles voluminosos que cerraban todos los pasos y caminos, como para no dar entrada a nadie. El indio pide amparo al cielo de sus culpas y de las culpas de los chimbeños, hubo de plantar una cruz en la loma (en este lugar hasta hace poco existió una capilla).

LA RADIODIFUSIÓN EN LA PROVINCIA BOLÍVAR


La Radiodifusión en la provincia de Bolívar, se inicia en el año 1.949, cuando el señor Gerardo Berborich, Gerente Propietario de Radio Nacional Espejo, de la Cadena Amarillo, azul y rojo del Ecuador, instala en nuestra ciudad un equipo que cubría el perímetro urbano de Guaranda, sus estudios y planta transmisora se encontraban instalados en el salón máximo del Ilustre Municipio de la ciudad.

Junto a Gerardo Berborich llegaron también los locutores Fabián Vizcaíno y Jorge Jarrín Barba, además de la señora Glenda de Berborich, primera locutora en nuestro medio. Radio Nacional Espejo, permaneció en Guaranda por un corto período de tiempo.

El 23 de septiembre de 1.950, se realizó la inauguración oficial de la primera Estación de radiodifusión Guarandeña, con el nombre de radio Interandina del Ecuador la Voz de Bolívar. Su frecuencia era de 4.755 kilociclos, Onda Corta en la banda de los 60 metros.

Esta Estación Radial fue el resultado del pensamiento visionario de don Luis Alberto Alarcón Rivadeneira, quien luego de sortear varios inconvenientes en la Dirección Nacional de Frecuencias, logra su objetivo de ofrecer a Guaranda, la provincia, el país y fuera de él, este nuevo medio de comunicación social. La señora doña Rafica Costa de Alarcón junto a su esposo se sacrificaban arduamente para entregar a la ciudadanía un servicio acorde a la necesidad de aquel entonces.

Radio La Voz de Bolívar dio a conocer al país, al viejo y nuevo continente la existencia de este bello girón de la patria, ya que con sus ondas cubría los más remotos rincones del mundo. Es así que se recibían comunicaciones y detalles de sintonía en países como Alemania, Suiza, Suecia, Inglaterra, Colombia, Canadá, Panamá, etc.

Cuenta Edgar Rivadeneira Ruiz quien fue el primer locutor de la provincia que: “de países como Filipinas y Sri Lanka se nos hizo llegar casetes de música grabada con los éxitos del viejo continente y desde Costa Rica los éxitos en América, recuerdos que los guardamos en nuestros archivos”.

En el año de 1.956, por primera vez se realiza una programación para brindar el agasajo navideño a los niños de escasos recursos en nuestra ciudad, este tipo de programaciones se mantuvieron durante muchos años.

Se llevaron a cabo varias programaciones denominadas Radio-maratón con el fin de recaudar fondos para dos niños atacados por enfermedades incurables en la época. Se logró una recaudación de 65 mil sucres, una verdadera fortuna en ese entonces.

En el campo del deporte, gracias al esfuerzo del señor Raúl Meza Pazmiño, Presidente de la Federación Deportiva de Bolívar, se logró los trabajos de instalación de las líneas de audio y una caseta para la transmisión del campeonato local de fútbol, la caseta estaba instalada en una esquina de la vieja piscina del Colegio Nacional Pedro Carbo.

Durante los aniversarios de la Estación, se realizaban los festivales de música nacional e internacional, para lo que se levantaba una tarima en la mitad de la calle para que la ciudadanía pueda apreciar y aplaudir a sus artistas favoritos.

El señor Jorge Jarrín Barba, quien luego de la retirada de Radio Nacional Espejo formó su hogar en esta ciudad, implantó dos programaciones que llenaban los estudios de la Radio. Los días sábados por la noche se desarrollaba un programa de aficionados, programa que logró descubrir grandes intérpretes de música nacional como internacional.

Los días domingos por la mañana tenía lugar el programa denominado la Hora Infantil, programación a la que acudían grandes grupos de niños que deleitaban al público presente con sus participaciones.

Radio La Voz de Bolívar, colaboró muy estrechamente con el Sr. Dr. Augusto César Saltos, Presidente Fundador de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Bolívar en el primer desfile de comparsas y carros alegóricos con ocasión de las festividades del Carnaval de Guaranda.

Mientras residía en esta ciudad el señor Profesor Nelson Segura, otro hombre visionario y amante a la radiodifusión, construyó y puso en funcionamiento un pequeño transmisor que apenas cubría dos cuadras a la redonda. Sus estudios estaban instalados en el edificio de la Sociedad Artística de Bolívar, Estación de Radio que permaneció en el aire hasta cuando el señor Segura trasladó su domicilio a la ciudad de Quito.

Mientras esto sucedía en la capital de los bolivarenses, en el año 1962 un grupo de jóvenes entusiastas del Club Social y Deportivo "Río Chimbo", unieron sus esfuerzos con el propósito de instalar en esta ciudad una Emisora. Venciendo todos los obstáculos que desde luego eran de orden económico y gracias a la intervención del señor' Manuel Zanipatín, amigo del señor Gerente de la Radio Zaracay, se llegó a contratar los equipos de Radio Zaracay, de onda media internacional que funcionaba en Santo Domingo de los Colorados.

Es así como se fundó en la ciudad de San José de Chimbo Radio "La Voz del Río Chimbo". La emisora contaba con el locutor, el señor Manuel Zanipatín, técnico de sonido, un joven experto en el manejo de los equipos, señor Galo Ruiz.

Con el advenimiento del Primer Obispo de la Diócesis de Guaranda, Monseñor Cándido Rada, se inaugura en Guaranda un nuevo medio de Comunicación Social denominado Radio Surcos, acto que tuvo lugar un 19 de marzo de 1.963, estación Radial al servicio de la evangelización.

Después vendrán nuevas radiodifusoras que sirven a la ciudadanía de Guaranda y la provincia.

Así tenemos que el Licenciado Jorge Carvajal González inaugura su estación Radial el 14 de febrero de 1.985, con el nombre de Radio “Guaranda”.

El Ing. Sandino Salazar, pone a las órdenes del pueblo bolivarense su Radio Emisora “Ecos de Bolívar” el 16 de agosto de 1.992.
En el mes de septiembre del año 1.993, entra en funcionamiento una estación Radial que se caracteriza por sus programaciones netamente informativas y culturales, esta es Radio “Universidad de Bolívar”.

LEE MI HISTORIA

Cuentan que una pareja de recién casados esperaba con ansias el regalo de un bebé. Pasaron los tres primeros años y parecía que su deseo de tener familia no iba a ser posible. Así que, de común acuerdo, optaron por comprar un perrito al cual llegaron a querer como parte importante del hogar. El perrito creció y se convirtió en el centro de atención para aquel matrimonio, hasta que, por fin llegó el esperado bebé. Toda la familia parecía estar de fiesta, menos el amado perro que se le notaba celoso y triste porque el infante había tomado su lugar. Un día el niño dormía plácidamente en su cuna. El perro estaba echado cerca de ella y la joven pareja compartía con algunos familiares que habían venido a visitarlos. Cuando el papá va a ver si todo estaba bien con su hijito, vio que el fiel perro salía jadeando de la habitación del bebé. El perro tenía la boca llena de espuma ligada con sangre. Inmediatamente, el hombre se dio cuenta que algo terrible había pasado: El perro, por celos, había matado a su niño. Ciego por la ira, agarró la pistola que tenía guardada en una gaveta y, sin pensarlo dos veces, disparó al asesino una y otra vez. Fue entonces que escuchó el llorar del niño que se había sobresaltado por los disparos. Al entrar en la habitación vio que la criatura estaba perfectamente bien y cerca de él, una víbora muerta, cubierta de sangre. Se dio cuenta entonces de lo que había en realidad pasado: El perro arriesgando su vida, había matado la serpiente para salvar la vida del niño. Aprendamos a reflexionar antes de actuar. De seguro, nos irá siempre bien.